El Descubrimiento y el Delirio / The Discovery and The Delirium

–por Eduardo Galeano (Oct 13, 2016) [English below]

El descubrimiento
En 1492, l@s nativ@s descubrieron que eran indi@s,
descubrieron que vivían en América,
descubrieron que estaban desnud@s,
descubrieron que existía el pecado,
descubrieron que debían obediencia a un rey y a una reina de otro mundo y a un dios de otro cielo,
y que ese dios había inventado la culpa y el vestido
y había mandado que fuera quemado vivo quien adorara al Sol y a la Luna y a la Tierra y a la lluvia que la moja.

El derecho al delirio
¿Qué tal si deliramos por un ratito? ¿Si ejercitamos nuestro todavía no declarado derecho a soñar? ¿Qué tal si clavamos los ojos más allá de la infamia para adivinar otro mundo posible? El aire estará limpio de todo veneno que no provenga de los miedos humanos y de las humanas pasiones;

en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros;
la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por el ordenador, ni será comprada por el supermercado, ni será tampoco mirada por el televisor;
el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia y será tratado como la plancha o el lavarropas;

se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega;

nadie vivirá para trabajar pero todos trabajarán para vivir;
los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas;
los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas;
los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos;
los políticos no creerán que a los financieramente pobres les encanta comer promesas;
la solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo;

la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero;
nadie será tratada como heroina, o como tonta, por hacer lo que ella piensa que es correcto en lugar de lo que es conveniente;

en ningún país irán pres@s l@s muchach@s que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino l@s que quieran cumplirlo;
el mundo no estará en guerra con la gente financieramente pobre, sino en contra de la pobreza y para asegurar la victoria el complejo industrial militar necesitará abolirse a si mismo;

la comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos;
nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión;
l@s niñ@s de la calle no serán tratad@s como si fueran basura, porque no habrá niñ@s de la calle;
l@s niñ@s finacieramente ric@s no serán tratad@s como si fueran dinero, porque no habrá niñ@s ric@s;

la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla y la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla;
la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda;

una mujer, negra, será la presidenta de la parte del Planeta que llamamos Brasil y otra mujer, negra, será presidenta de la parte de la Tierra que llamamos Estados Unidos; una mujer indígena gobernará la parte del planeta que llamamos Guatemala y otra, Perú;
y en la parte de la Tierra que llamamos Argentina, las “locas” de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria;

la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo;
la Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: “Amarás a la Naturaleza, de la que formas parte”;
serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma;
los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados porque ellos se desesperaron de tanto esperar y ellos se perdieron por tanto buscar;
seremos compatriotas y contemporáneos de tod@s l@s que tengan voluntad de belleza y voluntad de justicia, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo;

seremos imperfectos porque la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo, en este mundo chambón y jodido, seremos capaces de vivir cada día como si fuera el primero y cada noche como si fuera la última.

 

–Eduardo Galeano de su libro “Los hijos de los días” y de una entrevista en la TV catalana, el 23 de Mayo del 2011.   [Ilustración ofrecida como un regalo anónimo :-)]

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The Discovery
In 1492, the Natives discovered that they were Indians,
discovered they lived in America,
discovered they were naked,
discovered that there was sin,
discovered they owed allegiance to a king and a queen from another world and to a god from another sky,
and that this god had invented guilt and clothing
and had sent to be burnt alive anyone who worshiped the Sun, and the Moon, and the Earth and the rain that wets her.

The Right to Delirium
What if we were to be delirious just for a little bit?
What if we exercise the yet undeclared right to dream? What if we project our vision beyond the current world of infamy and predict another possible world? A world where the air will be clean of every poison that doesn’t come from human fears and human passions;

in the streets, the automobiles will be run over by dogs;
people will not be driven by the automobile, neither programmed by the computer, nor bought by the supermarket, nor watched by the television;
the TV will no longer be the most important member of the family, and will be treated like the clothes iron or the washing machine;

there will be a law in the penal code where stupidity is a crime, which is defined as living for the sake of possession or of gain, instead of living for the celebration of life itself, like the bird who sings without knowing he is singing and like the child who plays without knowing she is playing;

nobody will live to work, instead everybody will work to live;
economists will not call the level of consumption “the standard of living”, nor will they confuse the quantity of things with the quality of life;
cooks will not believe that lobsters love to be boiled alive;
historians will not believe that countries love to be invaded;
politicians will not believe that financially poor people love to live on promises;
solemnity will not be a virtue and nobody will take seriously those who cannot jest;

death and money will have lost their magical powers, neither by dying nor acquiring a fortune will make the unethical man become a gentlemen of virtue;
no one will be thought to be a heroine, or a fool, for doing what she thinks is right instead of what is convenient;

no country will send to prison young people who refuse military service, only those who wish to undertake it;
the world will not be at war with the financially poor, but against poverty, and to ensure victory the military industrial complex will need only to abolish itself;

neither food will be a commodity, nor communication a business, because food and communication are  human rights;
nobody will die of hunger, because nobody will die of indigestion;
street children will not treated like garbage, because there will be no street children;
financially rich children will not be treated like money, because there will be no financially rich children;

neither education will be a privilege of those who can pay for it, nor will the police be the curse of those who cannot buy it;
justice and freedom, siamese twins now condemned to live apart, will once more be joined together, very tightly, shoulder to shoulder;

a woman, Black, will be President of the part of the Planet we call Brazil, and another woman, Black, will be President of the part of the Earth we call United States; an Indigenous woman will rule the part of the Planet we call Guatemala and another, Peru;
and in the part of the Earth we call Argentina, the “mad women” of the Plaza de Mayo will be seen as exemplars of sanity, because they refused to forget in a time of compulsory amnesia;

the Holy Mother Church will correct the printing errors in the Tablet of Moses, and the Sixth Commandment will be an injunction to celebrate the body;
the Church will also add another commandment, which God forgot: “Love thee Nature, you are a part of her”;
the deserts of the world, so as those of the soul, will be reforested;
desperate people will be embraced with consideration, and those lost will be found, because they got desperated by waiting too long, and they got lost by seeking too much;

we will be compatriots and contemporaries of all who have willpower for beauty and willpower for justice in the world; no matter where they were born or when they lived, without the slightest regard for the boundaries of maps or of time;

we will be imperfect because perfection will continue to be the boring privilege of the gods; but in this untidy and messed-up world, we will be able to live every day as if it were the first one and every night as if it were the last one.

–Eduardo Galeano from his book Children of the Days and an interview at the Catalan TV on May 23rd, 2011  [Illustration offered as an anonymous gift :-)]

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